Sunday, August 31, 2008

Nuevas Acuarelas


Que extraño es verte ya, con ojos gélidos, carentes de sol. Había olvidado cómo se sentía no sentir y mucho menos sentirte.
Me siento una extrangera en esta nueva vida, mas que he anhelado tanto residir. ¡Pensar que no soy ni más extraña ahora, que en mi añorado Nunca Jamás!
Ni siquiera recuerdos paganos intentan esquivar más mi blindado corazón... Sólo conviven mis diminutos soldados con fantasmas que buscan un hogar.
Han pasado mil años, mil años que expulsaron del paraíso el cosquilleo recurrente y el nerviosismo infaltil. ¡Mil años! Mil años son capaces de fundir recuerdos y convertilos en experiencias tardías, nulas e insensibles. Insensiblemente irreconocibles. Pues es así com están; ajenas.
Mas quijote siente que ha extraviado un pedazo de su montura. Esa pequeña pieza de hojalata, que sólo conservaba como ruta a Nunca Jamás, quedó hundida entre molinos, montes y pasajes de España, ¡Pensando quizás qué cosas!
Dudo que el de la Mancha lo encuentre algún día y sea capás de acariciarlo como antaño, volviendo a contemplar acuarelas rotas.
Pero éste no sabe que hay alguien pintando nuevos ríos y soles para él. Ni mucho menos se imagina la escultura de risas que está modelando; con decirte que no deja de sonreir. Al Quijote de la Mancha lo espera una galería entera de esperanzas y sueños, con su nombre escrito en el portal, especialmente montado para él.
Esperemos que nuestro protagonista no se pierda entre espejismos, que no tropiece con ogros ni mucho menos con esfinges, ya que le gustaría tanto entrar a aquel mundo tapizado de colores, que hasta en la más simple trampa es capás de tropezar.

Suerte, querido Caballero.