Thursday, March 22, 2012

choose one... or everything you want.


Vístete con lentejuelas y blondas.  Trajes felpudos, ásperos, lisos. Opacos, brillantes, satinados.
Un vestido largo, Victoriano, con tutú y enagua. Un corsé con mil encajes y botones dorados.
Capas! Amo las capas. Mientras más pesadas mejor y si tienen gorro son perfectas !
Sombreros -de copa o redondos, con o sin cintas-, antifaces y máscaras -síííí!-, cintillos, tiaras. Bastones, carteras, maletas y sacos. Todo sirve.

Píntate el rostro con azules, turquesas, negros y grises. Detalles sutiles de brillo no irían nada mal.

Crea tu escenario a lo David Hockney.
Cielos, laderas. Arocíris y castillos. Bosques, puentes, edificios surrealistas y relojes derritiéndose. Carpas, submarinos, cohetes y carruajes. Todo es admitido. ¿Alguien dijo que habían reglas en los sueños? Sino, pregúntale a Dalí.

Consíguete  un par de amigos -imaginarios, encontrados, comprados o construidos- que te acompañen en la travesía. Osos, leopardos, perros, ciervos y cuervos también entran en la lista. El único requisito es que pueda y no tenga límites para imaginar. (Esto es muy importante, así que no te conformes con cualquiera)

Pon música. La que sea, aunque yo tomaría alguna banda sonora de Tim Burton.

Abre la puerta -¿Qué puerta? ¡No importa cuál! ¡Ábrela!-. Entra a donde quieras que hayas llegado. Cierra la puerta y comienza a vivir.


Imagina. Vístete digno de a tu escenario construido. Y vive.
Quién sabe si así tussueñoscomienzanaser  r e a l i d a d .