Wednesday, December 29, 2010

The Little Treasure


Era tarde, y estaba cansada. Había pasado el día todo buscando un escondite y no cualquier escondite, uno donde nada ni nadie pudiese encontrar su pequeño tesoro. Sentada fuera de su casa, la niñita anidaba con mucho amor su secreto, con miedo hasta del Viento, pues en tiempo como estos, ya ni él creía en el tremendo poder que el pequeño objeto contenía. La Luna era la única, que con su baño plateado, cobijaba a la pequeña, protegiéndola de una Oscuridad que la hubiese destrozado... Al fin y al cabo era tan sólo una niña. 

Barro, tierra y polvo cubría sus manos, rodillas y rostro. El Hermoso vestido azul con un lazo blanco en la cintura, estaba sucio, y su cabello marrón que había sido atado perfectamente al amanecer, caía alborotado sobre su pequeño rostro color nieve. Finalmente, un camino de lágrimas secas rasgaba sus mejillas, siendo únicos vestigios de su inocente dolor. 

La pequeña no sabía por qué era tan importante ese diminuto objeto; simplemente sentía que si ella no lo guardaba en un lugar seguro, nadie más lo haría, y si eso pasaba, el mundo perdería para siempre algo -fuese lo que fuese- muy valioso. De lo que sí tenía certeza, era que esa esfera de vidrio, el contenido de ella, era algo que la niña llevaba consigo dentro de ella. En algún lugar de su ser -no sabía donde, ni cómo, ni porqué; recordemos que es sólo una niña- esa especie de energía que en la esfera habitaba, ella también lo poseía.  A lo mejor por eso necesitaba protegerlo tanto. 

Mucho tiempo atrás, en la era de los sin Miedos, todos creían en el poder del tesoro de la pequeña; sin embargo, algo pasó en el camino que todo dejaron de hacerlo. ¡Hasta el poderoso Sol y la majestuosa Montaña dejaron de hacerlo! Imaginaos que queda para el resto. La esfera se perdió, muchos preguntaron por ella para destruirla, la buscaron por todas partes, sobre todo la Razón, pero nunca lograron hallarla. Sin saber cómo, el pequeño objeto apareció en la vida de la niñita. Ella no recuerda el momento exacto, solo sabe que siempre estuvo junto a ella. En un principio la pequeña, muy emocionada, se la mostró a muchos, esperando que ellos la contemplasen de la misma forma que ella, logrando sentir la emoción que transmitía; pero a pesar de la pasión con la que ella la mostraba, nadie jamás compartió con ella ese entusiasmo. Por el contrario, muchos se rieron mientras otros la llamaron de ingenua . Esas cosas son de la era de los Sin Miedos, le decían. Sin embargo, ella sabía que no. 

La pequeña siguió sentada al borde de la escalera de piedra, con las manos bien juntas guardando un tesoro, sólo con la Luna de abrigo. Fue así como el Señor Sueño viendo la escena, la abrazó,  para que por lo menos una noche ella descansara tranquila, y así continuar su búsqueda al amanecer siguiente.      


Tuesday, December 28, 2010

Black Hole

Cada segundo significa una palada llena de arena que sale de la tierra para formar un hoyo. Una, dos, tres... Quince! No sé cuánto rato más iré a resistir. La superficie se divide en dos, dejando un espacio que contiene al universo entero de sentimientos. La espera, lo ambiguo es lo peor de todo, estás frente a eso  y no sabes qué viene... El miedo a lo desconocido, le temes pues sabes cuánto podría llegar a hacerte daño.

Tic
Tac
Tic
Tac


Tic


Tac.


Respondió.

Friday, December 24, 2010

Feliz Navidad

            

   Todos los años cuando llega este día -o algunos previos- pienso qué puedo hacer para que no se pierda el sentido navideño, para que no olvidemos que se esconde por tras de cada regalo, de cada abrazo ya estipulado, de una frondosa cena junto a la familia. ¿Qué hay detrás del rito? 

Para los que creemos en Dios, y somos cristianos, celebrar la Navidad significa celebrar, alegrarse, por la venida de una persona al mundo que nos mostró y nos enseñó como ser felices y como hacer felices a las demás personas; la importancia del amor, el perdón, la alegría y la confraternización. Celebrar la Navidad es eso, traer estos sentimientos a la mesa, y es por eso que aparecen los regalos, como la muestra más sincera del amor que está dentro de nosotros, es por eso que el abrazo de medianoche es tan importante, pues el gesto de unirme al otro, sin importar las diferencias que tengamos, demuestra que sí existe un mundo bueno en donde las diferencias y peleas son sólo detalles. Y el regalo que Dios nos hace es tener dentro de nosotros estos sentimientos tan sublimes que es el amor y el perdón, que muchas veces olvidamos que existen dentro de nuestros corazones, pero que en estas fechas a parece la excusa para sacarlos a la Luz, a través de actos, sonrisas, abrazos... y porqué no, un pequeño presente.

Para los que no creen en las razones religiosas, no importa. Ya está instalado dentro de nuestras vidas este momento y el rito se vive igual, y se puede vivir de la misma forma. Dentro de todos nosotros existe este deseo de amor y de se hacer feliz al otro, de perdonar y ser perdonado. 

No perdamos más tiempo, dejemos de lado la vergüenza de expresar lo importante que son las personas que queremos. No es necesario que todo el mundo lo sepa, importa con que la otra persona sienta lo agradecido que estás de que ella sea parte de tu vida... Y para lograr eso no se necesitan grandes regalos, con una mirada, un gesto, una sonrisa y un te quiero, queda todo claro. 

No importa al credo que pertenezcamos, usemos esta fecha como excusa para llenar al mundo de amor, y si no podemos llenar todo el mundo, por lo menos que en nuestro hogar brille una luz que nos recuerde todo lo bello que ahí se funde. Esa Luz eres Tú

Que tengan una Noche hermosa, y que mañana, hacer feliz a su familia sea su meta. 
Vivamos, Sintamos, Amemos
Feliz Navidad.

Saturday, December 11, 2010

Sweet

Me enamoré de una idea. 
¿Qué hay de malo en eso? Al final somos todos ideas. Soy para ti lo que percibes de mi... Una idea. Me enamoré de ti... Idea. La verdad es que siempre lo he estado, ahora cobraste forma. Y tienes todos los sabores que mi idea necesita. Eres amargo, porque estás lejos. Pero eres dulce... Sí, extremadamente dulce, tan dulce que sonrío cuando intento esclarecer el porqué de tu dulzura. 
Esto es romance. Sentirme sin pies, con el estómago pesado,  sin aire suficiente, con los ojos brillosos y una sonrisa en el rostro. 

Extrañaba esto. No sabes cuánto. 
Estaba cansada de que la pena acompañara estos síntomas, que tanto placer traen consigo.

Querida Idea,
Por fin has encontrado una casa. Esfuérzate para que se convierta en tu hogar; mira que por mi parte no perderé la fe en ti. 


Monday, October 11, 2010

beats fastly


(...)

Avanzó dos pasos al frente, cabizbaja, consiguiendo ver sólo sus pies desnudos que se dirigían congelados al borde de la rampa. Sabía que si levantaba la vista el miedo invadiría su alma, intuía que el -fingir- no saber qué estaba haciendo, en qué juego había entrado, vestía todo esto colores mucho más suaves.

La rampa se balanceaba a medida que ella avanzaba y su peso hacía bacilar lo único que aún la mantenía estable.

Su piel se erizó al sentir el viento que la abrazaba. La altura en que estaba hundía aún más su estómago, como si lo último que hubiese comido fuese una ballena; al fin y al cabo, la escalera la había llevado hasta el cielo.
Dio un paso más, sintiendo como un remolino que se apoderaba de su interior... Sus dedos se encogieron, pues sabían que cada milímetro contaba en este regresivo recorrido... Recorrido a lo falsamente desconocido -claro que siempre queda la esperanza que lo sea realmente-.

Dio un pequeño salto. La rampa osciló. Arriba, abajo. Arriba, abajo. Arriba.... abajo... Necesita saber qué sentiría una vez que el salto fuera definitivo.
Vértigo, miedo, deseo, adrenalina... Todo daba vueltas, y eso que aún seguía con la vista clavada en sus dedos entumidos.

Lentamente levantó la cabeza... Un cielo azul comenzó a descubrirse ante sus ojos. Realmente estaba en el cielo! Era inmenso, eterno. Nubes, cielo, nubes, cielo... Y el Sol. Majestuoso Sol que coloreaba con sus rayo de naranja y rosa todo.

Era hermoso... pero aterrador. Ella ya había saltado una vez y costó mucho para que se atreviese a subir semejante escalera al cielo otra vez. Con los brazos firmemente pegados a su cuerpo, contemplaba fijamente al frente, inhalando valor, ahuyentando al temor, prendiéndose de ilusiones, y sobretodo, confiando en que,lo que fuese que la estuviera esperando allá abajo, no la dejaría inválida otra vez.

Respiró hondo.
Soltó los dedos de sus pies. Los estiró, sintiendo con las yemas la áspera rampa que la anidaba.
Recogió sus rodillas para tomar impulso.
Cerró los ojos.
Empuño sus manos
y saltó.

No quiso pensar más, no quiso preguntarse más... Al fin y al cabo, sólo llegando abajo sabría qué la estaba esperando.

Curiosamente era feliz ahi, en el aire, sin suelo, sin razones, sin certezas. Su estómago se convirtió en un jardín con mariposas inquietas,
y,
finalmente,
una sonrisa se dibujó en su rostro.

Se había lanzado la vacío, un vacío lleno de ilusiones, sueños y ensueños. Un vacío rebosante de romance, cartas y pañuelos caídos. Un vacío rosa. Un vacío invisible que la hacía volver a ver.
Un vacío,
vacío
va
o
.

El mundo se abrió y en él ella entró.








Monday, September 13, 2010

Finally, it feeling is coming again. Please honey, dont be afraid.

Friday, May 21, 2010

"People´s fantasy are what give them problems. If you didn´t have fantasies you wouldn´t have problems, because you´d just take whatever was there. But then, you would have romance, because romance is finding your fantasy in people who don´t have it"

Andy Warhol

Wednesday, May 19, 2010

Persepciones VII - Jean-Baptiste-Siméon Chardin


Hoy escojo esta obra de Chardin que está ubicada en la sala bautizada “El Instante”. Coincidentemente está junto a otras obras de las que ya he escrito o de las que más me gustan -Toulose, Manet, Boldini-. Puede ser porque todas ellas –o la gran mayoría- reflejan “ese” momento, lo congelan y lo eternizan.
Me encanta el concepto “Eterno”… Es algo tan perpetuo, tan ajeno y distante a nosotros, es tan diferente a cualquier limitación a la que estamos expuestos… Pero sobre todo, lo eterno es lo único que desafía al tiempo, y éste último sí que tiene poder, de hecho, creo que es el soberano de todos y todo. Es por eso que las obras que están en esta sala mueven mis entrañas y construyen un nudo en mi garganta.
Ahora, particularmente este retrato del “Pequeño Augusto”, me llamó la atención desde la primera vez que lo vi. Siempre que me gusta algo –sobre todo en arte- me pregunto el porqué, y las razones casi siempre están bien alejadas a la racionalidad o a lo “adecuado o no”;pues hablar de gustos, solo puedo aludirlo a mi persona, mis experiencias, mis fantasías e ilusiones. Leí por ahí que el gusto se construye y es el resultado de una identificación que encuentra la persona en la “cosa gustada”. Me gusta este cuadro. ¿En qué me identifica? No sabría decirlo exactamente, pero reconozco aspectos que me interesan. Por ejemplo, una de las cosas que estoy viviendo y que me encanta –ya que es producto de un momento único- es estar frente a frente a una obra original, donde lo ilustrado es exactamente de esa época (1740), no una “imitación” al momento. La peluca que el niño lleva, esas típicas que usaban en las cortes, blancas con un lazo, y que tanto vemos en películas de época, esa peluca fue usada de verdad por él, y Chardin lo pintó en ese momento, cuando sí se usaban.
Entonces, lo que yo tengo al frente no es el recuerdo de lo que se usaba, sino que es el momento en que fue hecha la obra viajando por el tiempo y congelandose ante mis ojos
. Lo que generalmente vemos en películas, donde por más efectos que hagan, por más “realista” que parezca –porque se mueven, porque están acompañados por música, por su perfecto vestuario- todo eso da lo mismo pues sabemos que están “fingiendo” ser ellos, están fantaseando en retroceder el tiempo. Sin embargo en este momento, a pesar de que la imagen no se mueve, de que sé que es una simple imagen, de que la pintura por más realista que sea nunca dejará de ser pintura, a pesar de todo eso, que ese momento es real.

El cajón casi abierto, el trompo girando sobre la mesa y el niño esperando a que caiga para volver a lanzarlo… Hacer consciente eso, significa –para mí- el primer paso para vivir la obra. Y claramente, la estoy viviendo. Estoy viviendo el pasado. ¿Qué lindo suena, verdad?
Chardin me trasportó al siglo XVIII de una forma maravillosa, y es precisamente ese viaje el que siento cuando mi pecho se aprieta y mi garganta se va atando, formando nudos.

Por otra parte, está la música de colores suaves, todos dentro de una misma melodía gris, matices que oscilan entre los azules y amarillos, y la piel casi blanca del niño, tan típica de los retratos rococó. Es una sinfonía –puedo sentir hasta los violines- un poco fúnebre, pero es música al fin y al cabo.
Chardin, poeta, pintor y músico!

Tuesday, April 20, 2010

Estancia

Me encanta sentir como estas salas, llenas de historia, se van convirtiendo poco a poco en mi reencuentro con la historia, con el saber, con el sentir. Es un lugar mágico, con miles de mundos, de pasiones, de lenguajes… Pero sé que sería imposible captar, resentir esto una y otra vez si no supiera du existencia, si no reconociera en ellas algo de mi propia vida; algo de mi universo. Y es este placer, este gozo que vivo aquí cada vez que decido nadar y sumergirme dentro de las obras lo que me gustaría que el resto de la gente sintiese. Me muero de ganas en posibilitar esta magia a los demás, a que esta forma de aproximarse a los objetos, sea también reconocible por el resto. Es un “mirar” en búsqueda de lo bello, de lo estético, y ser consciente de esto me hace encontrarlo aún más hermoso. Es el acto de mirar, de querer entrar, es el acto poético lo que me apasiona. Sí… Acto Poético. Hasta ese concepto me encanta, me invita a sentirlo, a regocijarme en el… en un concepto.


Es esta capacidad de abstracción la que amo en el arte, en las artes. Ese instante que se hace eterno, esa mirada que toca y esos oídos que saborean. Cómo la mente se vuelve etérea, los objetos pierden su físico y se trasladan a otra realidad que no es ficticia. Cuando mi alma es capaz de apropiarse de un nuevo mundo de nuevas verdades, de nuevos miedos y placeres, aunque sean los 10 minutos que me quedo frente a la obra o los 4 que dura una canción, nada más importa. Mi cuerpo físico vibra sólo con un mirar diferente ¿qué otra cosa puede hacerme esto? No necesito nada más, solo entrar en ella. Mi alma entra, mi cuerpo se queda parado al frente, pero yo me convierto en algo que vuela dentro. Es por esto que tengo fe viva en el aura. Gracias W.Benjamin, sin ti no tendría palabras para explicarlo.
El arte me permite vivir cielos siempre únicos.

Persepciones VI - Edouard Vuillard

Edouard Vuillard

La princesa de Bibesco 1920

Soy una fanática de los mundos que pueden ser inventados con los colores. Y no me refiero a las figuras q se crean a con los colores, sino a los diferentes universos q percibimos cuando son ordenados y escogidos correctamente.

Si esta es una de mis pasiones en el arte, el color, que vivifica y deja vivir, en esta obra vivo. Me vuelvo pequeña e insignificante cuando me sumerjo en ese mar de colores pasteles… podrían ser todos un gris, pero ese gris se vuelve verde, rosa, naranjo, azul o lila… La mancha se separa del todo, recorre el espacio y luego se transforma, como si tuvieran vida propia… cada elemento tiene voz independiente, pero moriría si la separan de sus compañeros, de su todo.

Finalmente esta esa lámpara que genialmente irradia pequeños hilos de luz que bañan la habitación, conjugándola por completo. Es esa luz la que da en definitivo la sensación ambiente único, con pinceladas gruesas, pastosas y que a diferencia del resto cromático, brillan. Es delicioso ver el brillo tan sutil y delicado en el pelo y el cuello de la princesa, en la punta de la mesa que nos hace entrar en el cuadro, en la silla y una larga en la ventana.

Me alejo con la mis ojos gozosos de placer.

Persepciones V - Toulouse-Letranc

Toulouse-Lautrec – Monsieur Fourcode 1869

Querido Toulouse, me sorprendiste. ¡Qué destreza con los pasteles!- pensé, y cuando leo –ni siquiera fui capaz de saberlo por mi misma- es un óleo sobre tela. ¡Espectacular!

Trabaja la pintura, en casi toda la tela, a través de trazos, de líneas. Mientras Van Gogh usa pequeñas manchas, su contemporáneo deconstruía el esffumato superponiendo líneas de colores pintadas. Me encanta sentir el placer de este engaño, me encanta que el artista logre eso que ahora vemos tan difícil, tan inalcanzable y que intentamos -como artistas- de concebir… Un vil engaño a los ojos que vienen a desnudarnos, vienen a descubrir las entrañas de la mente creadora puesta en cuestión a través de la obra. Esos ojos inquisidores son burlados… Felicitaciones, querido.

Con una composición simple, pero inteligente, logra que nuestra vista tenga un recorrido tranquilo y placentero por la escena representada, sin que esta llegue a ser completamente pasiva. El artista detiene el tiempo en un instante, nos conduce por la obra haciendo hincapié en algunos elementos, con ritmo, como si fuera un vals, y el artista mi acompañante. ¡Todo lo que puede hacer una composición con el movimiento!

Los colores son exquisitos, opacos, tizosos. Me gusta reconocer los contrastes cromáticos, que no tienen por qué ser tan obvios, bruscos y fuertemente puestos equilibrarlos. Hay una sutileza, una delicadeza en la forma de escoger los tonos, matices y brillos cromáticos que hacen de este vals, uno suave y pomposo. Por otra parte, los vacíos que son dejados no tanto por el color, sino por la no terminación de la forma y la tela desnuda, terminan por determinar el timbre de esta música, que es la pintura.

Percepciones IV - Comparación Renoir & Van Gogh

Veamos ahora... Siguiente sala, Van Gogh y Renoir. El primero es “El Escolar” de Van Gogh y el otro es “Girl with corn eyes /Girl with flowers”, ambos realizados en 1888. Es interesante que el curador los haya puesto juntos, ya que son ambos retratos de niños, pero sobre todo porque evidencia el modo de trabajar la representación, la pintura y el color de formas tan diferentes y propias.

Por una parte tenemos a Van Gogh, con esos “planos” de color tan recortados, utilizando un trabajo de complementos cromáticos espectacular. Pero a medida que nos acercamos, no son planos, sino que vamos descubriendo color tas color, mezclas de un color superpuesto a otro, que lo hace riquísimo, son mini universos independientes –en este caso cada mezcla-. También está la composición de la obra, atrás libre pero no neutra, ya que está a su vez separada en dos ambientes –rojo y naranjo- creando una línea horizontal pregnante en la pintura. Ésta a su vez se ve quebrada por la posición del niño y la silla que crea una diagonal. Finalmente –para mi escala de intereses- está el trabajo cromático realizado en el resto de la figura… Esos verdes musgos, amarillos y rosas bermellón se mezclan, y se separan. La vista perdida del representado llega a dar miedo, me lleva a un “recogimiento del ser” –grandes palabras!- y que me recuerdan mucho a las obras de Jenny Saville, que no tendría la menor sorpresa de saber que fueron inspiradas de esta obra.

Y como dije antes, junto a la esta obra está Renoir, y que si bien nunca lo había pensado -puede ser porque nunca había sido direccionada a verlas juntas, a no ser ahora por el curador- se parecen mucho, pero al mismo tiempo son universos diferentes.

Renoir, a diferencia de Van Gogh, es mucho más naturalista en su forma de representación. Todo está construido por medio de pequeñas pinceladas que se superponen, que se vuelven propias si nos acercamos a la obra, pero que al alejarnos crean forma, crean volumen, careciendo completamente de la línea –como es el caso anterior-. Mientras que Vicent trabaja a partir de planos, Renoir los anula completamente, en cuanto el primero crea tensión con el brillo de sus los colores, el segundo los armoniza…

Los ojos de la niña de Renoir hablan, preguntan, interpelan; como lo hacían los de Lawrence.

Está siendo muy placentero observarlas juntas. Dos artistas tan importantes, cada uno con sus elecciones propias de lenguaje, pero que puedan tener percepciones en común.

Wednesday, April 14, 2010

Persepciones III - Rembrandt

MASP 30 de Marzo 2010

Pero la obra – de esta sala- que realmente me llama, y me grita que la vea, es uno de los autoretratos de Rembrandt. No sé si será porque es del famoso Rembrandt, y por toda la importancia histórica –hasta de marca!-que él puede llegar a tener, endiosado en la historia de la pintura; puede que sí, de alguna forma lo sea. Pero también soy capás de ver qe no es sólo el mito de un nombre; con certeza ese “algo” que lo convirtió en historia traspasa la materia, la pintura y viaja hasta mis ojos.

Por una parte esta esa mirada penetrante, que te hace imposible romperla fácilmente, sin embargo el aspecto que más me envuelve, es el paso de la figura desde las sombras a la luz, tan trabajado en el barroco, y que aquí se hace tangible. Definitivamente estar frente a frente a la obra es vivirla, no sólo conocerla. Es toda una experiencia que marca. Una parte bellísima es como la nariz se descibre desde las sombras, en la densidad matérica, mezclada con los cambios de temperatura y que crean volumen, pero nisiquiera es el volumen de la parte lo que la hace electruzante, es la separación, el recorte perfectamente unido entre una parte y otra. Que mis ojos sean capaces de tocar y sentir el cambio de densidad me da escalofríos. Estado a cuatro metros soy capaz de hacer un zoom y ver/imaginar la textura de la tela, que no logra a ser oculata por la suave veladura de que esocde las sombras, y al mismo timepo, unos milímetros al lado, nisiquiera recuerde la tela porque es la pintura y su color la comienza a caerse casi del cuadro…

Esos cambios de distancias creados con casi nada son realmente impresionantes. Ese fenómeno es el que se va repitiendo pero en menos medida en el resto de la obra, esta vez con cambios más sutiles dentro de las zonas oscuras del cuadro.

Adios Rembrandt!

Persepciones II - Lawrence

MASP 30 de Marzo 2010

Ahora estoy ante un Gauguin, un Rembrandt, un Touluse-Letranc, Manet, Reynolds, Thomas Lawrence y un Van Dick, entre otros.. Sólo retratos. De todos, hay tres que me llaman mucho la atención y por aspectos completamente diferentes.

El primero (y no por orden de importancia, más bien de llegada), es de Lawrence, “Sir Samuel fluyder’s children” 1806. De esta obra, lo que más me atrae con los niños. Puede que sea por mi atracción por el retrato y la representatividad, o también por esa búsqueda del rostro perfecto por los que muchas veces los artistas se obsesionan y eternizan en sus obras; como pasa con los niños de Renoir. Aquí es la niña pequeña que está a la izquierda del cuadro la que me hipnotiza y no me deja de interpelar… Qué es lo que está interpelando, no lo sé, pero espera una respuesta, o eso creo ver. Para mi es la que más actividad tiene en la obra, pues el varón, si bien tiene una postura mucho más firme, decidido y mirando sin duda alguna al centro –a demás de ocupar el centro de la obra- creo que se mezcla un poco con el recuerdo de “todas las demás obras”. Esa postura hierática se repite a lo largo de la historia del arte y puede ser que sea justamente eso lo que me hace obviarlo dentro de la escena – sin desmerecer su mirada también activa-. Por otra parte está la “hermana grande” junto a un galgo que no deja de ser parte también de estos hermanos; pero ella al estar con la mirada volcada al exterior – un punto muy interesante a ser discutido- no me envuelve como ocurre con la pequeña. Otra cosa que me atrae son las nubes que se contraponen a esa pincelada –que si bien es suelta- sigue estando dentro de los parámetros academicistas; son realmente nubes libres y hasta puedo imaginar la actitud del pintor al momento de hacerla, con un pincel grueso y largo, primando la gestualidad.