Wednesday, December 5, 2007

Huellas



Corre, corre, corre, corre. Escapa, hulle, enfrenta.

Chilla, riñe, llora,
sécate.

Aunque sientas que te carcome tus entrañas... Porque , te las come, deshace, mezcla y combina. Tu interior deja de ser, pues el soplo que entra por tus pupilas es veneno para ti. ¿Veneno, dijste?
¡Pues claro! Qué más podría ser si no, el único huracán capás de estremecerte, de hacerte vibrar y sentir. Al principio parece vid, mas a los segundos es amargo, agrio y sofocante. Te hiela y te fecunda. Se duerme, y queda ahí, sinlencioso, tímido y sereno; pero al segundo salta y te coje.
Es eso, entonces, lo que le asusta, señor.
Ese placer placenteramente pasajero. He ahí el miedo, en lo pasajero, en lo etéreo y en lo vanal. El peor de sus miedos, caballero, la... intrasendencia. ¿Intrasendencia dijo? Sí amigo. Es el ser pero no ser... Ser alguien sólo por un instante, o más bien, sentirte y hacerle sentir al otro sólo por un instante. El no perdurar, no dejar huellas ni rastros, carecer de vestigios y recuerdos. ¡Es más! Vivir sólo en tu recuerdo.

Es por eso que

Chilla, riñe, llora,
sécate.

Corre, corre, corre, corre. Escapa, hulle, EFRENTA.

1 comment:

Penny said...

lo he leridomuxas veces...y siempre entiendo algo nuevo y distinto..siempre m lleva a pensar kosas distitas... t amo.