Sin saberlo, sin esperarlo, el carpintero comenzó a darse vueltas en su lecho. La vibración de la Vida, se regocijaba en su interior, lo hacía sentirse, como antes... O mejor! Una alegría infinita invadía y se apoderaba de su ser! Sentía su totalidad, sentía su fuerza, sentía...
Había despertado. Había resucitado...
Todos lo supieron, inclusive su hijo pequeño lo sintió a su lado, lo sintió prensente; a pesar de ya no tenerlo frente a él...
Esta es la historia de un Carpintero, de su familia; de cómo él se eternizó, como se perpetuó para siempre. Esta es su historia, una historia que jamás morirá, pues él vive, está presente junto a todos nosotros. Él es Vida Eterna; y jamás conoció la muerte.
No comments:
Post a Comment