Wednesday, September 12, 2007

Al estilo de Alicia en el país de las Maravillas, sobre tela.

Mark Ryden, plasma toda la magia, surrealismo, inocencia y perversidad sobre la tela en óleo, al estilo de Lewis Carrol; autor de Alicia en el País de las Maravillas.

“Nací en 1963 y viví mi infancia rodeado de la música, el arte, los comics y las películas que mis hermanos consumían entonces”, ya que se inició en el “arte adulto” a las ocho años, incitado por su hermano, cuando dibujaba perros con los intestinos afuera.Entre sus cuadros y obras, los protagonistas, en su mayoría niños de ojos grandes, de aspecto sereno e inquietante a la vez, están acompañados por una aparente mezcla sin sentido de juguetes, instrumental médico, insectos y libros antiguos, que hacen de sus obras el retrato perfecto de cuentos de cuna, con una dosis de malicia. Su repertorio de imágenes incluye símbolos del cristianismo ortodoxo, y personajes como Abraham Lincoln y Jesús; influencias de la Cábala, la práctica medieval de la alquimia; ideogramas japoneses y frases en ruso y latín. “Me interesa cómo la gente interpreta estas cosas. Si explicara a qué se debe la presencia de cada una, el arte perdería su misterio”.
Este pintor mezcla lo que por naturaleza es imposible; a los niños, inocentes, dónde usan su inocencia para mostrar más allá de los adultos. Juegan con la realidad y se logra ver más allá en los ojos de esos niños inocentes.
Ryden estudió en la Escuela de Arte y Diseño de Pasadena, California. A mediados de los 80 comenzó a llamar la atención de los jóvenes seguidores de revistas como Juxtapoz, la legendaria Rolling Stone y de los discos de sellos independientes como Sympathy, donde aparecían sus ilustraciones. Después hizo la portada de la novela “Desperation”, de Stephen King; afiches de películas de Tim Burton; y el arte de tapa de discos de Red Hot Chilli Peppers y del famoso “Dangerous” de Michael Jackson. Incursionó en el arte oficial durante los 90 y alcanzó entonces mayor celebridad.A los 41 años, Ryden elige el misterio para expresar su pasión. Sigue fascinando con una fórmula secreta y bien guardada, cuyos detalles, dice, estarán guardados “bajo el cono del silencio”. Con la misma ironía que plasma en sus pinturas, varias veces declaró que no es autor de su obra: “Tengo que admitir que realmente no soy yo quien pinta estos cuadros; Magic Monkey lo hace. Viene a mi estudio tarde por las noches, cuando todo está en calma”.

2 comments:

Penny said...

interesante, pero la verdad nunca me ha gustado ese tipo de arte, lo veo como ropmiendo la magia e inocnecia de algunos dibujos.
(te amoooo beia)

La fantasma de Canterville said...

Es genial Mark Riden.
Es como tomar un caleidoscopio negro y mirar el mundo desde otro rincón.
Una sabiduría distinta.
Saludos niña bonita!

Naty