Sí, me pueden llamar esclava de los Ideales perdidos,
pues jamás lograría ser feliz sin ir en su persecusión.
Sí, pueden llamarme lastre de la Pasión,
porque no he logrado safarme de ella, ni lo lograría, haga lo que haga.
Y por supuesto, llámenme adicta de los Sueños,
ya que sin ellos mi angustia no tendría fin.

Pero -por favor- si lo van hacer, no olviden -también- recordar que no hay Vida más rica que la que está coloreada por esos Sueños que nos invitan a seguir, ni Vida -de nuevo- más sabrosa que aquella que es guiada -más allá de lo que quieras o no, si no de lo que para ti es correcto o no- por tus majestuosos Ideales. Y -finalmente- no hay VIDA más exquicita, emocionante y placenteramente feliz que aquella que está sustentada por la Pasión con la que vives -nuevamente-.

Así, que si van a adjudicarme cualquiera de estos personajes, créanme, que sería la mujer más feliz y orgullosa del mundo entero. Porque, señores, sin ésto, no seria quién soy. Porque, damas, la vida es una sola y estos ingredientes conjugados son el éxtasis de cualquier sentimiento que haga -hoy- parte de su historia.

Los invito, pues, a llenar su vida con Ideales, Sueños y mucha, pero mucha Pasión. Quizás algún día estén igual de orgullosos que yo al decir que -a pesar de ser hijos de una generación carente de ésto- ustedes los gritan, de ustedes brotan, con ustedes -amigos- crecen.

Soy una mujer apasionada.
Vivo de la Pasión...
Sueño con pasión, escribo con ella, pinto, río, siento...
Amo con pasión.
Al fin y al cabo... creo ser una artista ¿No? No puedo esperar menos.


Queridos lectores, creo que está demás decir que dicha Pasión está lejos de ser aquella asociada con la lujuria. Sí, la lujuria es una parte hermosa de este tan grande concepto, pero es mucho más... Está a año luz de ser sólo lujuria.

Para terminar, os regalo un consejo:
Tengais cuidado con las personas apasionadas, ya que cuando creen, sienten y aman firmemente en algo o alguien, son seres incapaces de desistir, abandonar y desamar aquello que tienen entre ceja y ceja.

PD: Sí, teneis cuidado conmigo también,
porque -sí- no desistiré. Pero sentios complacido, no todos pueden decir que yo lo tengo entre ceja y ceja.